Lecciones aprendidas

Por David Smith, Gonzalo Lizarralde, Lisa Bornstein, Benjamin Herazo, Trent Bonsall y Steffen Lajoie.*

El barrio de Panorama en Yumbo, Colombia
1. Adaptarse al calentamiento global no es suficiente: La reducción integral del riesgo de desastres, basada en el reconocimiento de las injusticias sociales y medioambientales, es necesaria en los entornos informales de la región.
2.  La confianza entre los actores es fundamental para el cambio, pero es poco común entre los gobiernos y los habitantes de asentamientos informales. El diálogo estructurado y facilitador, así como otras metodologías participativas, requieren tiempo, pero ayudan a reducir la barrera a la implementación de iniciativas locales y a establecer confianza entre los actores.
3. Comprender las emociones de las personas frente a los riesgos a largo plazo, las luchas cotidianas, las dificultades socioeconómicas, las catástrofes y los impactos del cambio climático es fundamental para poder explicar sus comportamientos y las injusticias sociales a las cuales son sometidas, así como para entablecer el diálogo, movilizar recursos e impulsar el cambio.
4. Apoyar y aprovechar las prácticas y actividades existentes, incluyendo las que aparentemente no están vinculadas a la acción climática en sí, aumenta las posibilidades de reducir el riesgo de desastres.
5. Las mujeres suelen liderar el cambio en entornos informales, sobre todo creando el tejido social que permite que surjan iniciativas de reducción del riesgo de desastres. Sin embargo, las mujeres de la región también se enfrentan a la violencia, a mecanismos de gobernanza hostiles y a estructuras patriarcales difíciles de eliminar. Apoyar a las mujeres en roles de liderazgo es fundamental para reducir las tensiones sociales y facilitar la implementación de proyectos locales.
6. La terminología científica y técnica —generalmente articulada en torno a las nociones de sostenibilidad, resiliencia, adaptación y otros conceptos igualmente abstractos— coincide muy poco con la expresión de las necesidades y los deseos de las personas que viven en entornos informales. Las narrativas basadas en conocimientos, ideas y prácticas locales tienden a responder mejor a las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos.
7. Los entornos informales son terrenos especialmente inestables para la acción contra el cambio climático. Los trámites burocráticos, las contradicciones en las políticas y las deficiencias en infraestructura son barreras frecuentes a la implementación de acciones. Esto sucede incluso cuando hay buenas intenciones plasmadas en políticas con miras a la respuesta climática.
8. La inversión y la presencia del estado suelen ser frágiles en entornos informales. Las universidades y organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden desempeñar un papel crucial en la acción climática al actuar como intermediarios entre las autoridades y los ciudadanos.
9. Los limitados medios de comunicación y la falta de información se vuelven obstáculos para producir cambios en entornos informales, especialmente durante las crisis. La tecnología móvil, por su parte, permite a los líderes locales y a los residentes conectarse, compartir conocimientos y promover una conciencia colectiva sobre el riesgo.
10. Para ampliar el impacto en la acción climática es necesario un marco ético claro y transparente, que tenga en cuenta la importancia de la legitimidad, la gobernanza y la confianza entre los actores implicados. Las iniciativas locales son difíciles de reproducir pues responden a condiciones muy específicas y requieren mucha atención al detalle y esfuerzos sostenidos durante largo tiempo.

*Citar como: Smith, David et al., (2021). Lecciones aprendidas. En Artefactos de reducción del riesgo de desastres: Respuestas locales al cambio climático en América Latina y el Caribe. Smith, David; Herazo, Benjamin; Lizarralde, Gonzalo (editores). Montreal: Université de Montréal. Accesible aquí: https://artefacts.umontreal.ca/